Parte de nuestro equipo en la región de O’higgins pudo realizar la actividad que enmarca la ayuda humanitaria a la cual fuimos llamados como hijos de Dios.

Durante la jornada en aquel lugar pudimos ver cuánta necesidad existe y es nuestra misión poder colaborar con un granito de arena, de amor y de esperanza. Sin duda, fue una jornada de mucha bendición para nuestro equipo y de mucho aprendizaje.
Confiamos y oramos para que Dios nos permita continuar con esta labor tan significativa.



